jueves, septiembre 06, 2007

Ya quisiera yo

Ser librepensador, no oír el rugir de tripas de tantos, ni su llanto, ni su dolor. Y establecerme correcto, filósofo neutral, independiente.. manejarme bien con toda la gente.

Ya me gustaría a mí alinearme con los no violentos.. regalar flores descalzo, arrancadas de algún tiesto, sin tener que poner la otra mejilla para nadie, y no ser amenazado pr ningún indeseable.

Quisiera ser más listo, pasar de largo, saberme libre de culpa y limpio de pecado y ser un alma caritativa, una María Goretti Santa... sufrir solo un poquito, solo lo que dios manda.

No entender de política ni de sus actualidades, y convecerme que es red de araña y nido de alacranes; y mutilar mi alma y mi esencia de animal social... saberme superior a tanta frivolidad...

El caso es que me afectan demasiado la tristeza de los suburbios y el drama urbano; o saber que seremos caníbales dentro de poco y que no habrá carne suficiente para todos. El caso es que me afecta quizás más de lo normal tener tanto miedo a cruzar mi portal.. y ver que arde mi ciudad y que sangra el asfalto... quizas debería ver menos el telediario.

Quisiera ser mas listo, adoptar bien la pose... librarme de etiquetas, hasta de la de hombre y entender que solo yo me entiendo y que no me entiende nadie.. y ser un buen ciudadano formal y respetable..

Omitir de mis canciones palabras como "compañero obrero", "justicia", "guerrila", "paz", "hambre" o "miedo"; y hablar del amor.. de cosas bonitas... de mis recuerdos.. contar alguna anécdota graciosa de cuando era quinceañero

El caso es que me afectan las cotidianas tristezas: la del supermercado, la del subte y las veredas... Pero también las que me quedan lejos, las de los secos desiertos y las de las verdes selvas.

El caso es que me parecen buena gente algunos luchadores del ocaso, que se parten el pecho por ser escuchados y que morirán en alguna esquina tiroteados.

Ismael Serrano.

miércoles, septiembre 05, 2007

Tus pétalos, tus ventanas, mis obviedades.

Yo quería entender bien lo que era una flor, y vos eras una de esas que además de pétalos tienen ventanas.
El problema no es solamente que la mayoría están empañadas, sino que se plantea la duda de cómo puede coexistir un vos con tantas imágenes difusas.
Siempre fuiste de esas cuya belleza hay que tratar de usted, lo cual plantea suficientes interrogantes para una mente simple como la mía. Y simple no significa que tenga pocas pretensiones, sino más que bien que tiene pretensiones concretas. Llenaste la mayoría, me creaste algunas que antes no estaban y desechaste otras cuantas. También hay varias que estaban ahí desde el principio y siguen esperando por vos.

Es curioso como cuando algo llena tantos espacios, durante tanto tiempo, deja de tapar lo que está detrás para pasar a ser un lente a través del cual las cosas toman cierta forma. Rara vez esa forma es similar a la que realmente tienen.

La pregunta obvia sería si me gusta lo que veo a través tuyo o no. No solamente es una pregunta obvia, sino que también es un tanto estúpida. Lo que yo veo a través de tu vos-lente es el mundo que me toca. No el que elijo, porque uno no elige a qué o a quién amar. Me gustaba Pink Floyd antes de escucharlo, y te amaba antes de que la química ubicara esa decisión en mi código genético.

Ahora, y ya que estoy de terminar, quisiera volver a la vulgaridad propia de las obviedades, y al facilismo de dialogar con vos cuando estás ausente, para poder decirte a la cara todas las cosas que no te gusta escuchar: Sos la cosa mas.... universalmente hermosa que mi complejo físico y metafísico puede concebir.

Vuelvo a postear, mirá.

Yo no se si ésto le pasará a todo el mundo o solamente a mí, pero uno siempre siente que tiene cosas para decir, y

le encantaría que los demás las escuchen, y hasta se enoja/indigna cuando es ignorado; pero cuando llega el momento

de expresarlas, siempre hay algo más importante, conveniente o urgente para hacer.

No es que no me haya pasado nada digno de ser comentado, no es que no haya tenido ningún arrebato de depresión

sicodélica o de awhorismo flagrante, es simplemente que, cada vez que estuve en alguna de esas situaciones, surgió

alguna otra cosa que tomo prioridad sobre ello.

Es un poco triste. Todos, hasta la persona mas simplona, pasan por ciertos trances de creatividad, o de iluminación,

o simplemente de estupidez egocéntrica, donde son víctimas de lo que ellos consideran, a veces acertadamente y otras

no, como raptos de inspiración. Yo por supuesto no soy la excepción, y me hubiera gustado tanto poder leer una

retrospectiva de todos esos ratos, y sin embargo en cada pequeña ocasión opte por cualquier otra actividad,

seguramente mas ociosa.

Esperemos que no vuelva a ocurrir. Basta de nivelar para abajo.

jueves, abril 07, 2005

Canción

Bm - F#m - Bm - F#m -

Em - Am (Am7) - C sin 1er dedo - A7

****
Dm7 - C9 - E (E7) - C#7 (sin cejilla)

empieza como sentandose a contarte algo
algo serio
despacito
despues levanta la vista, te mira fijo
y como que se mete mas en el tema
sube un poco el tono de voz
pero despues se acuerda de todo... y vuelve a bajar la mirada
vuelve a subir la voz, pero mas por costumbre que por conviccion
ahi es cuando salta la primer lagrima (Em)
hace gestos con las manos como diciendo que no tiene sentido
se encoge de hombros de repente
ella no tiene nada que ver!
no entiende!!
pero hay tanta resignacion
se relaja y se deja caer en el sillon
brazos a los costados
derrotados esos brazos
ya tiene una conclusion de todo esto
asi que
finalmente se resignan sus pensamientos
si, para que seguir peleando si al final siempre se vuelve al principio
pero
NO PUEDE SER!!!!!!
algun manotazo arrebatado
al aire y al alma
tienen que entender!!
rapidamente
MUY rapidamente
vuelve a exponer todas sus razones
todas sus verdades
son todas verdad!!!
que va a hacer ahora????
silencio
quietud
se deja caer
vuelve a empezar
hace dias que esta asi mi cancion

Mp3 recomendado del día: --> .: Andrés Calamaro - Las Oportunidades :.

lunes, abril 04, 2005

OLVIDO

¿Por qué olvidamos?
Olvidar es matar. Olvidar es condenar a la inexistencia a algo que ocurrió. Olvidar es negarle la vida a un suceso que produjo reacciones y sensaciones.
Olvidamos porque queremos. Olvidamos porque necesitamos. ¿Olvidamos tal vez porque no podemos manejar nuestra existencia?
Olvidamos para dar forma a nuestra vida. Intentamos enmarcar nuestras experiencias a través de dos o tres eventos que nos marcaron. Y olvidamos otros que nos marcaron aún más.
¿Quién es responsable de todo lo que nos sucede? Creo que el tiempo no es más que una sucesión de eventos. Estoy convencido de ello. No puede entonces ser el tiempo el responsable de lo que nos pasa. La inercia es el movimiento residual de algo que alguna vez fue inducido a moverse por una acción de algo o alguien. Entonces, la inercia no puede ser responsable por sí misma de lo que nos sucede. Necesita de un cómplice que le preste su energía original. El razonamiento acerca de cuál es la causa de nuestras experiencias es circular, hasta que aceptamos que somos responsables de nuestro pasado. De nuestro futuro. Tal vez no de nuestro presente.
Todos hemos sido protagonistas de nuestras vidas. Lo que nos ha ocurrido ha estado impregnado de nuestras decisiones. Y lo que nos ocurrirá está tan estrechamente relacionado con esos eventos anteriores que llego a pensar en que es cínico decir que desconocemos nuestros futuros. Decidimos acerca de nuestro pasado. Construimos un futuro apoyado en él. Y siempre resta el presente.
El presente, el ahora, el todavía es más enigmático que lo que ocurrirá mañana. Mañana, el todavía será pasado. Y el después será ahora. Y muchas veces nos preguntamos por qué el futuro nos es tan cruel o por qué nuestro pasado está tan lleno de sinsabores.
Quizás Olvido sea la clave. ¿Es tan difícil darse cuenta de que no podemos manejarnos a nosotros mismos?
Siempre tenemos la intención de elegir qué cosas guardar y qué cosas olvidar. Eliminamos pequeñas partes de nuestra realidad. ¿El presente es la realidad? Es muy posible. Entonces, si desconocemos nuestro futuro (y siempre pretendemos desconocerlo, siempre nos convencemos de ello), quizás nuestro futuro esté signado por aquello que olvidamos.
Es difícil aceptar que tenemos el poder de ser quienes queremos ser. Es una gran responsabilidad ser un todo en potencia. Es más fácil olvidarse de que uno quiere algo, y hacer otra cosa solamente porque nos parece más correcto, y luego quejarse del futuro cuando ya llegó porque no es lo que esperábamos; que dejar vivir a nuestros deseos, nuestras habilidades, nuestras más íntimas necesidades, y afrontar que el futuro que mañana vamos a vivir es universalmente nuestra obra.
Es fácil matar nuestras necesidades más urgentes y alegar que el futuro nos tomó por sorpresa.
Somos el producto de lo que olvidamos.
Podemos ser el producto de lo que hoy somos.
Hoy tenemos la necesidad de abrir las alas y echarnos a volar en un mar de melodías. Hoy decidimos olvidarnos de que no somos más que un catalizador de la música, y reemplazarlo por la ficción de que nuestro ser exige una estabilidad que la música no puede dar. Y mañana, escuchando una canción, nos vamos a preguntar por qué si siempre hemos sido buenos y honestos, no podemos ser felices ni sentirnos llenos de nosotros mismos. Y en realidad estamos vacíos de aquello que alguna vez matamos. Pero lo olvidamos.
Hoy nos olvidamos de que estamos enamorados de alguien. Hoy elegimos extirparnos la necesidad de ver, de sentir, de unir nuestra alma a una persona y elegimos a otra. O a otros. Porque es imposible seguir nuestros verdaderas intenciones. Y mañana, con esa otra u otras personas nos preguntamos por qué no nos sentimos rodeados de aquello que nos merecemos por haber sido siempre fieles y cariñosos. Y no somos capaces de atribuir esos espacios en blanco a aquello que alguna vez decidimos olvidar.
Puede que el olvido sea la muerte. Puede que seamos asesinos de nuestro futuro ideal. Puede que el presente sea la realidad. Puede que el futuro sea aquello que no olvidamos. He comenzado a pensar que lo que mañana será el presente no es igual a lo que hoy es el futuro. Pero ambos son totalmente nuestros. Estamos condenados a ser quienes queremos ser y, sin embargo, nos revelamos y nos relevamos de esa condena, olvidamos lo que nos es demasiado pesado, y logramos que mañana no sea más mañana. Logramos que Mañana sea lo que hoy olvidamos.
Olvidar hoy es no tener respuestas mañana. Es esa la única forma en que veo al futuro como algo impredecible.
Nunca podemos saber las consecuencias de nuestros olvidos. Pero siempre confiamos en que no serán más graves que retener lo que vamos a olvidar. Y eventualmente nos encontramos con situaciones que se nos estrellan contra el rostro sin que sepamos por qué.
Intentar no olvidar es intentar ser dueños de nuestro presente. De nuestro futuro. Y cuando presente y futuro hayan pasado, seremos dueños del pasado. Y seremos aquello que hemos querido ser.

Mp3 recomendado del día: --> .: Norah Jones - Shoot The Moon :.

jueves, marzo 24, 2005

TIEMPO

El tiempo es aquello que nos obliga a existir. Nos atraviesa y nos arrastra a través de situaciones en las que pareciera no tenemos inherencia. Pero el tiempo es, antes que todo, una sucesión de acontecimientos.
No parece tener sentido pensar al tiempo como otra cosa más que la sucesión de todas las cosas que nos suceden. A veces nos parece que el tiempo pasa más rápido, porque lo que en ese momento nos sucede se amolda al recipiente del tiempo y se desliza a través de él de manera ágil y suave. A veces ciertos momentos parecen una eternidad. ¿Son los momentos en sí mismos los que parecen eternos? ¿O simplemente es que lo que nos esta sucediendo en esos momentos lo que se prolonga?
Es mucho más sensato creer que somos nosotros los que no soportamos ciertas cosas, y nos impacientamos porque terminen; que creernos tan importantes como para asumir que es el tiempo quien se detiene para que nosotros suframos. No. Nosotros somos quienes asignamos al tiempo su valor.
El tiempo no existe. El tiempo ni siquiera puede tener sentido. No es posible que algo que me produce placer transcurra en segundos (aunque en realidad sean horas) al mismo tiempo que para alguien que sufre, esas horas sean meses, años. Lustros.
Es falaz intentar universalizar el valor de todas las cosas, que nos ocurren una inmediatamente después de la otra, mediante segundos, horas, días, meses.
Y aceptar que el tiempo pueda medirse para todos de la misma manera es un vano intento por creernos suficientemente poderosos como para asignarle un valor predeterminado a cada sentimiento, a cada dolor, a cada vibración, a cada descanso, a cada placer, a cada canción, a cada mujer.
¿Quién puede saber cuanto vale para mí el tierno beso de una mujer? Y si le damos acaso los valores a los que estamos acostumbrados, ¿Acaso ese beso duró solamente cinco segundos? Para mí quizás fue un suspiro de placer. O una eternidad de pasión.
Si nuestra vida no es más que la suma de nuestras experiencias, y tal vez de las que provocamos en otros, entonces puedo pensar que la vida y el tiempo están muy relacionados.
Quizás cada uno en sí mismo sea un tiempo. No me resulta fácil resignarme a asignarle un valor estándar a las cosas que me pasan.
Los besos que doy no duran cinco segundos. Duran una porción de placer y una pizca de pasión, nada más ni nada menos.
Cada canción no dura alrededor de cuatro minutos. Cada canción dura un mar de sensaciones, vibraciones varias y un sentimiento de placer solamente comparable a algunos pocos orgasmos.
No es justo esclavizarnos con horas, minutos, segundos, días, años, lustros, décadas, siglos, milenios. Nos merecemos vivir inmersos en besos, canciones, caricias, tal vez algún que otro fracaso y varias lecciones aprendidas.
Es reconfortante pensar en que la próxima vez que me besen, ese beso va a durar para mí no el tiempo que marca un reloj, sino el tiempo que marca mi vida.
Yo no pienso vivir ochenta años. Pienso vivir algún amor, dos o tres de mis mejores besos y las primeras veces que, enamorado, haga el amor con cada mujer.
El tiempo es una sucesión de acontecimientos. Y lo que a mí me acontece es lo que le da un valor a mi vida. No se trata de vivir muchos días, sino de que en los días que vivamos experimentemos acontecimientos que nos hagan vivir prolongados momentos. Esa sucesión de momentos es lo que debemos llamar tiempo. Lo que nos trasciende. No lo que nos apresura para que sigamos adelante. Detenerse y disfrutar de un momento es un eslabón en la cadena de nuestros tiempos. Apurarse para llegar a hacer algo antes del mediodía es tan efímero que, mañana, no habrá tendido ningún valor. Y pasado mañana, jamás habrá existido.

Mp3 recomendado del día: --> Luis Alberto Spinetta - Barro Tal Vez

miércoles, marzo 23, 2005

3 meses

La verdad es que me fui de vacaciones 'vacaciones' a mi ciudad natal... por 3 meses... y 1) me olvidé de este Blog y 2) cuando me acordé que existía me dí cuenta de que me había olvidado el user... asi que lo dejé para más adelante al tema de recuperarlo... pero heme aquí. Si tengo algo para contar? no, obviamente, la facultad sigue siendo asquerosamente aburrida y esclavizante, y yo sigo siendo insoportablemente quejoso y, contra todos los pronósticos, sigo escuchando Alejandro Sanz. 10 años y contando desde q obtuve sus primeros temas, chupate esa mandarina.

Estuve pensando bastante respecto de la vida y la verdad es que no se me ocurre nada, este update aparentemente va a terminar aca. Y de todos modos no me importa porque al día de hoy no pienso publicitar esta cosa... así que si alguien lo llega a ver alguna vez es o casualidad o que ya pasó suficiente tiempo como para que no me interese. Este Blog es para mí.

Mp3 recomendado del día: --> Alejandro Sanz - Todo Sigue Igual

jueves, diciembre 09, 2004

And so it begins....

Bueno, leí el de una persona que conozco y me pareció interesante la idea de tener un registro de las cosas que se me pasan por la mente cada tanto.... así que veremos que resulta de todo esto. No creo que se vayan a reir en algún momento, no suelo ser gracioso (generalmente, no soy gracioso en absoluto) así que si quieren reirse... busquen en otro lado.
Bueno, el día comenzó raro, Gisel tenía que ir a rendir temprano y no tenía llave de abajo así que me tuve que levantar para abrirle y al vecino de arriba se le ocurrió taladrar así que no me pude dormir de nuevo... aproveché para afeitarme y darme una ducha larga... y bajarme un CD acústico de Lennon... que estoy escuchando en este momento.
Bueno, no esperen mucho más por ser la primera vez... solamente les voy a decir un secreto: El tiempo no es más que una sucesión de acontecimientos. En sí mismo no existe.
Ahí nos vemos.

Mp3 recomendado del día: --> .: John Lennon - Watching The Wheels :.