Ser librepensador, no oír el rugir de tripas de tantos, ni su llanto, ni su dolor. Y establecerme correcto, filósofo neutral, independiente.. manejarme bien con toda la gente.
Ya me gustaría a mí alinearme con los no violentos.. regalar flores descalzo, arrancadas de algún tiesto, sin tener que poner la otra mejilla para nadie, y no ser amenazado pr ningún indeseable.
Quisiera ser más listo, pasar de largo, saberme libre de culpa y limpio de pecado y ser un alma caritativa, una María Goretti Santa... sufrir solo un poquito, solo lo que dios manda.
No entender de política ni de sus actualidades, y convecerme que es red de araña y nido de alacranes; y mutilar mi alma y mi esencia de animal social... saberme superior a tanta frivolidad...
El caso es que me afectan demasiado la tristeza de los suburbios y el drama urbano; o saber que seremos caníbales dentro de poco y que no habrá carne suficiente para todos. El caso es que me afecta quizás más de lo normal tener tanto miedo a cruzar mi portal.. y ver que arde mi ciudad y que sangra el asfalto... quizas debería ver menos el telediario.
Quisiera ser mas listo, adoptar bien la pose... librarme de etiquetas, hasta de la de hombre y entender que solo yo me entiendo y que no me entiende nadie.. y ser un buen ciudadano formal y respetable..
Omitir de mis canciones palabras como "compañero obrero", "justicia", "guerrila", "paz", "hambre" o "miedo"; y hablar del amor.. de cosas bonitas... de mis recuerdos.. contar alguna anécdota graciosa de cuando era quinceañero
El caso es que me afectan las cotidianas tristezas: la del supermercado, la del subte y las veredas... Pero también las que me quedan lejos, las de los secos desiertos y las de las verdes selvas.
El caso es que me parecen buena gente algunos luchadores del ocaso, que se parten el pecho por ser escuchados y que morirán en alguna esquina tiroteados.
Ismael Serrano.
jueves, septiembre 06, 2007
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2 comentarios:
cuando se acabe la carne nos comeremos a ismael serrano, aunque tamaña sensibilidad sera, a la fuerza, indigesta.
Pero si se nos pega un poco, capaz hasta valga la pena.
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